A Kimmo Thorne， la Dietrich era la que m5s ]e gustaba: el<br >pelo， las piernas， la boquilla， el sombrero de copa y el frac. Era<br >lo que ~51 llamaba <<La mds grande，> y， en su opini6n， era insu-<br >perable. Si， podia ser la Garland si insist/an. La Minnelli era fd-<br >cil y， sin duda， estaba mejorando con la Streisand. Pero si le da-<br >ban a elegir --y por lo general as/era， ~verdad?--， imitaba a la<br >Dietrich~ La sensual Marlene. Su chica nfimero uno. Podia re-<br >sucitar a los muertos cuando cantaba， ~verdad， Marlene?， que a<br >nadie le cupiera la menor duda.<br > Asf que mantuw3 la pose al final de la canci6n no porque el<br >nthnero lo requiriera， sino porque le encantaba c6mo quedaba.<br >La apoteosis de F~Uliny， in Love A%aiH terrain6 y d] permaneci6<br >inmdvil como una estatua de Marlene， con un pie en la silla，<br >con su zapato de tac6n， y la boquilla entre los dedos. La tiltima<br >nora se perdi6 en el silencio y cont6 hasta cmco --exultante<br >con Marlene y consigo mismo porque ella era buena y 61 era<br >bueno， era muy muy bueno en realidad-- antes de moverse.<br >Entonces， apag6 el karaoke. Se quit6 el soinbrero y mene6 el<br >frac. Hizo una gran reverencia a su pfiblico de dos personas. Y<br >la tfa Sal y la abuela， siempre tan fieles elias， reaccionaron apro-<br >piadamente， como sabra que harian.<br > --iBraw3! i Bravo， muchacho! --grit6 la tfa Sally.<br > --Ese es nuestro chico --dijo la abuela--. Talent() puro，<br >nuestro Kimmo. Espera a que mande las fotos a tu madre y a<br >tu padre.<br > Eso sf que los har/a venir corriendo， sin duda， pens6 Kimmo<br >con sarcasmo. Pero puso el pie sobre la silla una vez mils， sabien-<br >do que la abuela lo dec/a con buena intencidn， aunque tuviera los<br >plomos un poco fundidos respecto a lo que cre/a sobre sus padres.<br >